Las personas necesitan un error para poder crecer. Así, sabrán por

que camino correr. Así sabrán que no deben pisar la misma piedra con

la que se tropezaron, ni cruzar el mismo muro con el que se chocaron.

 Si no tiene ningún problema y tampoco se equivoco alguna

vez, entonces no es persona. Porque así se aprende a vivir, a crecer,

 a seguir. Porque las estrellas necesitan de la oscuridad para poder brillar. Porque las personas necesitan equivocarse para poder crecer

 y aprender de lo vivido. Yo me equivoqué, yo tropecé, yo caí. Y aún

así sigo buscando mi oscuridad para poder brillar. Porque soy una

estrella, una estrella que todavía anda buscando su rumbo, su destino.