domingo, 11 de septiembre de 2011

Las mejores cosas de la vida vienen sin quererlas, sin pedirlas, sin desearlas, pero son aquellas que cuando faltan se necesitan. Son detalles, sonrisas, ratos improvisados en cualquier calle o lugar, personas que empiezan con un simple "Hola" y que con el tiempo acaban diciendo "Eres lo más importante de mi vida". Son risas tontas, caídas graciosas, tardes de locuras y noches que acaban al otro día.

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